¿Dónde se originó la iglesia de Dios ? Si uno pudiera creerles a los libres pensadores modernos, nos llenaríamos de muchas respuestas y cada una de ellas acomodadas a sus intereses personales.
Otros que declaran ser cristianos estarán de acuerdo que la iglesia llegó a existir como resultado del planeamiento y obra de simples hombres, no guiados por la inspiración divina.
La mayoría considera que la iglesia tuvo su comienzo en Jerusalén pero para estar por siempre en necesidad de cambio para ajustarla a las necesidades de los hombres en toda era del tiempo.
Estas ideas nos obligan a regresar a descubrir si la iglesia es el producto de la revelación divina o de la sabiduría de los hombres. La Biblia afirma que la iglesia es la revelación de Dios. Aquellos que creen y aceptan la Biblia como la revelación divina de Dios deben creer que la iglesia tuvo un origen divino. Y que va más atrás del eterno pasado.
Aquí están algunas verdades declaradas en la Biblia con respecto al origen divino de la iglesia:
1. Fue planeada por Dios desde toda la eternidad.
Pablo escribió: «Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor» (Efesios 3:10-11). El envío de Cristo para redimir al hombre del pecado era parte del propósito eterno de Dios. Que la multiforme sabiduría de Dios pudiera ser vista en la iglesia era también parte del plan divino de Dios a través de Jesucristo.
Cuando Jesús vino a esta tierra, estableció el reino de Dios, un reino espiritual (Juan 18:36) dentro de ese reino estaba la iglesia (Mateo 16:18-19), era parte de Su misión divina. A medida que empezó a predicar, dijo: «El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado, arrepentíos, y creed en el evangelio» (Marcos 1:15). Por tanto, la iglesia no llegó a existir a causa de algún accidente o una simple invención del hombre; vino a la existencia a causa de que el Dios del cielo lo planeó desde la eternidad.
2. Fue profetizada por los profetas.
Para una demostración adicional de que el establecimiento de la iglesia fue divinamente planeado por Dios, uno solamente necesita considerar lo que los profetas que hablaron bajo la inspiración divina profetizaron la venida y naturaleza de la iglesia, y el reino de Dios.
El profeta Isaías profetizó que el monte de la casa de Jehová sería exaltado por encima de los montes en los postreros días (Isaías 2:1-5); profetizó que el Mesías tendría el gobierno del reino sobre Sus hombros (Isaías 11:10) y sería «…luz de las naciones» (Isaías 42:6=. Por tanto, el profeta profetizó que la exaltación y establecimiento del reino de Dios estaría inesperadamente ligado a la venida del Mesías.
Daniel profetizó que el Dios del cielo establecería Su reino en los días del cuarto reino (el reino Romano); escribió: «Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.
En consecuencia, otra razón para creer que la iglesia es de origen divino, en lugar de invención humana, son las profecías que los profetas inspirados hablaron, profetizando su establecimiento y naturaleza.
3. Fue edificada por Cristo.
Una tercera razón para creer en el origen divino de la iglesia es que fue edificada por Cristo.
- LA PROMESA DE EDIFICAR SU IGLESIA. Después de Pedro haber confesado que Jesús es el Cristo, el hijo del Dios viviente, Jesús dijo: «Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16:17-18).
- SU CUMPLIMIENTO. Marcos nos relata “Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios” Marcos 3:13-15
- “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9) Si uno admite que la plenitud de Dios mora en Jesús y que Jesús edificó la iglesia, ha admitido el origen divino de la iglesia.
4. Es la plenitud de Dios.
Pablo describió la iglesia como la «plenitud» de Dios. Dijo: «Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo» (Efesios 1:22-23). La iglesia es la plenitud de Dios. Dios ha sintetizado todas las cosas en Cristo; todas las bendiciones espirituales están en Cristo (Efesios 1:3). Esta relación espiritual con Cristo es nuestro medio de obtener la reconciliación con Dios; no obstante, la reconciliación para Dios, ocurre en la iglesia. El continuó: «Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos (Judíos y Gentiles) en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades» (Efesios 2:16).
La iglesia es la plenitud del plan de Dios para reconciliar a los hombres consigo mismo a través de Jesucristo.
5. Permanecerá para siempre.
Otra evidencia del origen divino de la iglesia es su permanencia. Daniel profetizó que el reino de Dios «permanecerá para siempre» (Daniel 2:44).
Jesús declaró que las puertas del Hades no prevalecerían contra su iglesia (Mateo 16:18). La palabra de Dios, permanecerá para siempre (1 Pedro 1:23-25). Por tanto, la iglesia existirá por siempre mientras los hombres escuchen, crean y obedezcan la palabra de Dios. El reino es un reino que no puede ser removido (Hebreos 12:28). Será entregado a Dios cuando Jesús regrese (1 Corintios 15:24).
Estos hechos nos convencen que la iglesia de Jesucristo es de origen divino. No llegó a existir en el primer siglo porque los apóstoles lo planearon; llegó a existir porque el Dios del cielo lo planeó. Es el resultado de la revelación divina de la mente de Dios.