EL AMOR VENCE LAS IMPERFECCIONES

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El amor nunca deja de ser

1 Corintios 13:1-8
1 Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. 3 Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha. 4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; 6 no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.

Imperfecto


El titular me afligió: «Madre Toma a Hijo Como Rehén». La historia incluía una foto de una joven madre tomando a su hijo de tres años de edad como rehén. Al final, la policía se vio obligada a dispararle a la madre porque estaba preocupada por el niño.

En este mundo imperfecto y lleno de pecado, los padres fallan a los hijos y los hijos desilusionan a sus madres y padres. Las madres adolescentes abandonan a sus bebés recién nacidos, y los padres dedicados se tienen que enfrentar con adolescentes rebeldes.

Yo tuve mi época de infancia donde mis padres no dieron mucho amor Más bien me inculcaron mucha disciplina. Como resultado de ello, el temor llegó a ser una característica prominente en mi vida. Fue el amor de Dios lo que me cambió y me dio la gracia para amar a mis padres por quienes son. Comencé a entender que ellos estaban luchando por mostrarme su amor en maneras imperfectas.

Una experiencia que tuve cuando era líder de jóvenes me enseñó lo que debe sentir un padre o una madre. Después de invertir mi tiempo siendo mentor de una joven, se me destrozó el corazón cuando ella optó por seguir su propio camino. Yo aprendí lo que significa confiar a Dios la gente que amo. «¿Por qué?» –le pregunté. Él me reveló que ama a esta chica mucho más que yo, y que pacientemente obrará para influenciarla y para que ella regrese a Él.

Hoy, ya seas un hijo airado o un padre o una madre que sufre, deja que el amor de Dios te dé la gracia para aceptar las imperfecciones que trae la vida. Deja que su amor te guíe mientras tratas de amar a los demás de una manera menos imperfecta y piadosa. 

¿Qué me dice 1 Corintios 13:1-3 acerca del amor? ¿En qué difieren el amor que vemos en 1 Corintios 13:4-8 del amor que vemos en el mundo hoy? ¿De qué formas he dejado de mostrar el amor de Dios a mi familia y amigos?

en resumidas cuentas: el amor de Dios vence las imperfecciones.

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