LAS PETICIONES DE JESÚS
LECTURA BIBLICA: Lc. 5:1-11
TEXTO BIBLICO: Lc. 53 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
INTRODUCCIÓN:
Contemplar el ocaso del atardecer del mar siempre es una hermosa vista ver los ultimos rayos del sol ocultarse a lo lejos en el inmenso oceano, sentir la suave brisa fria golpear nuestra mejilla junto a ella nuestra mente es un cruce de pensamientos de lo grande que fue el creador de esta maravilla llamada planeta tierra.
Hace años atrás un hombre a la orilla del mar exclamaba Cerrando sus ojos, “Señor, Tú conoces la condición de mi familia. Sabes mis necesidades acuerdate de mi.” Al instante baja a la bodega del barco para buscar a su hermano Andrés, quien realizaba los últimos preparativos para zarpar en busca de una buena pesca.
Las primeras estrellas comenzaron aparecer en el firmamento, la noche llega calmada y serena. ¡Seguros que hoy tendremos una buena cantidad de peces en la bodega! Fueron las palabras alentadoras de Andrés, mientras Simón acomodaba las redes.
Las horas fueron pasando lentamente, vez tras vez arrojaron las redes y estas regresaban vacías. “Ya aparecerán los peces” decía Simón mientras intentaba borrar de su mente los pensamientos de preocupación. Aunque eran pescadores experimentados, aquella temporada no había sido muy buena para ellos.
Finalmente la aurora del amanecer le sobrecoge agotados con la embarcación vacia sin el sustento de su familia para ese dia. “Por qué no vamos hasta dónde están Jacobo y Juan”, sugirió Andrés. “Quizás han tenido mejor suerte que nosotros”. Pero la noticia fue desalentadora totalmente. Tristes y cabisbajos regresaron a tierra debian llevar alimento a sus casas pero encuentrar en sus redes solo algas marinas y lodo.
1. PRIMERA PETICIÓN: DEJAME ENTRAR A TU BARCA. Lc. 5:1-3
V. 1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
Lago Genezaret, mar de Galilea es el mismo, hasta alli llegó Jesús Precisamente donde se encontraban estos cuatro pescadores con su tristeza y necesidad. SIEMPRE EL SEÑOR VA DONDE HAY NECESIDAD TRISTEZA DOLOR AGONIA alli esta el señor.
V. 2 Y VIO DOS BARCAS que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Alli estaban los necesitados lavando sus redes.
V. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. DEJAME ENTRAR EN TU BARCA Le rogó. Asi es el señor con nosotros aun nos ruega para entrar a nuestra vida; Mucha gente aun temprano en la mañana acudia al encuentro de Jesús ya que las palabras de Cristo eran llenas de gracia y paz. La gente tenía hambre de escucharlas. ¿Cómo no querer escuchar a Aquel que era la Palabra de Dios encarnada?
Cristo conocía muy bien la situación de Pedro y de los demás discípulos, sabía que habían realizado sus mejores esfuerzos y no habían obtenido resultados. Hoy día Cristo nos hace la misma petición “déjame entrar a tu vida” Él jamás utilizará la fuerza para entrar pues ha dicho: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa”.
La petición que Cristo realizó aquella mañana no es muy diferente a la de ahora, pues nos dice: Déjame entrar a tu barca, déjame entrar en tu vida, pues tengo muchos planes para ti…Solo tienes que dejarlo entrar, y el obrara maravillas en tu vida.
El relato nos dice que Pedro deja entrar a Cristo en su barca, y no solo lo dejó entrar sino que la alejó un poco de la orilla. Cristo sentándose les predicó a la multitud. Deja que Cristo suba a tu barca, tome posesión de tu vida para que a través de ella pueda el espíritu Santa ministrar su palabra.
…………….CONTINUARÁ