DE LA MULTITUD A LA MISIÓN RADICAL

Tabla de contenidos

DISCIPULOS AUTENTICOS

«¡DE LA MULTITUD A LA MISIÓN RADICAL!» – Discípulos Auténticos:

Lectura bíblica: Lucas 14:25-33
Texto principal: Mateo 28:19 «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…»

Luc. 14:33 Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen. TLA.

Introducción:

Vivimos en un tiempo donde muchos se identifican como creyentes, algunos como miembros, pero pocos como discípulos auténticos. Jesús no llamó a crear fans, sino seguidores que vivan, enseñen y multipliquen Su mensaje. Hoy descubriremos qué implica de verdad ser un discípulo, cómo Jesús formó a los suyos y el profundo significado del mandato que nos dejó.

1. REDEFINIENDO “DISCÍPULO”: Más que seguidor

Definición enriquecida:
En tiempos de Jesús, “discípulo” (del griego μαθητής, mathētēs) significaba “aprendiz, seguidor, estudiante que imita y adopta por completo el estilo de vida de su maestro”. En el contexto hebreo (תַלְמִיד, talmid), implicaba aprender en comunión diaria, absorber no solo conocimiento sino carácter y misión. Hoy: Un discípulo es alguien que aprende continuamente de Cristo, se deja transformar a Su imagen y se compromete a replicar esa transformación en otros.

Diferencia con creyente y miembro:

El creyente reconoce y acepta.

El miembro participa.

El discípulo compromete toda su vida, acción y propósito a Cristo, dejando que otros vean en él a Jesús.

Cita: Lucas 14:26-27 — El discipulado se trata de poner a Jesús por encima de todo. 26  «Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida. 27  Si ustedes no están dispuestos a morir en una cruz, y a hacer lo que yo les diga, no pueden ser mis discípulos. TLA

2. EJEMPLO DE JESÚS FORMANDO DISCÍPULOS

Jesús y la formación intencional:
Jesús seleccionó a doce, vivió con ellos, los enseñó, corrigió, desafió y envió. No los reunió solo para transmitirles información, sino para transformar sus corazones y prepararlos para reproducir ese mismo modelo.

Ejemplo bíblico práctico: Juan 13:3-17: Jesús lava los pies de los discípulos Aquí Jesús modela servidumbre radical: “Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15). Les enseña que el liderazgo verdadero es el servicio. Los envía a hacer lo mismo: discipulado que cambia actitudes, no solo palabras.

Otro ejemplo: Marcos 3:14 — “Y designó a doce para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar.” El discipulado bíblico es “estar con Jesús” y “ser enviados por Jesús”.

3. EL MANDATO DE LA GRAN COMISIÓN: IR, HACER, ENSEÑAR

Jesús ordena tres acciones centrales en Mateo 28:19-20.

Significado en hebreo:

IR: En hebreo antiguo, la raíz es «halak» (הלך), que significa “andar, transitar, moverse con propósito”. En el contexto bíblico implica salir de la zona de comodidad, vivir de tal manera que cada paso es una oportunidad de testimonio.

HACER: Del hebreo «asah» (עשה), “producir, cumplir, realizar algo que lleva fruto”. Enfatiza el discipulado como un proceso activo y visible, no un evento pasivo.

ENSEÑAR: «lamad» (למד), “aprender y enseñar como estilo de vida”, no solo transmitir datos, sino modelar e inspirar transformación permanente en otros.

Aplicación para hoy: “Ir”, no es solo ir lejos sino salir a tu entorno inmediato: familia, amigos, trabajo.

“Hacer discípulos” involucra invertir tiempo, vida y amor en otros.

“Enseñar” significa ayudar a otros a vivir lo aprendido, acompañándolos en el proceso.

Conclusión desafiante:

Muchos en la iglesia nos hemos conformado con ser creyentes pasivos o miembros presentes, pero no discípulos verdaderos.
Jesús no murió y resucitó solo para que asistas a reuniones; Él te llama a ser un discípulo radical que reproduce Su vida en otros.

Hoy quiero desafiarte directamente:

¿En qué área te has conformado, siendo solo creyente y no discípulo?

¿En quién estás invirtiendo tu vida como Jesús invirtió en los Doce?

¿Vas a salir, hacer y enseñar como Él lo ordenó, o seguirás siendo parte de la estadística que no forma discípulos?

La iglesia necesita revolucionarios como los discípulos originales: ¡El mundo está esperando discípulos que vivan, sirvan y multipliquen el Reino, al estilo de Jesús! ¿Serás uno de ellos? Decide hoy pasar de la multitud al discipulado radical, y acepta el compromiso de ser y formar discípulos auténticos.

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