DE MENDIGO CIEGO – A EVANGELISTA Y ADORADOR

Tabla de contenidos

Cita bíblica:
“Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló
en su nariz un hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser
viviente.” Gn 2, 7
“Dicho esto, escupió en el suelo, hizo un poco de lodo con la saliva y
lo extendió sobre los ojos de aquel hombre.” Jn 9, 6
“No es por ninguna obra buena por lo que queremos apedrearte, sino
por haber blasfemado. Pues tú, siendo hombre, te haces Dios”. Jn 10,
33

INTRODUCCIÓN

El maravilloso capítulo 9 del evangelio según Juan está tan lleno de
riquezas espirituales
Para empezar debo decirles que este pasaje solo aparece en el evangelio
de Juan y no en los otros evangelios. Como ya les he comentado en otras
oportunidades el evangelio de Juan está básicamente centrado en
demostrar la deidad de Jesucristo y si bien acá narra el hecho de un
milagro creativo, lo que hay detrás de cada palabra tiene una aplicación
espiritual inmensa.-

1.- JESUS VE Y CONOCE TODO.

El capítulo comienza diciendo que JESÚS VIO a un hombre ciego de
nacimiento.- Aquí hay dos hechos importantes.
 A.- El que vio al ciego fue Jesús.-
 2.- Era ciego de nacimiento.-
En otros pasajes de los evangelio existían ciegos que clamaban por Jesús
para que este los sanara, pero acá está un hombre que no clama por
sanidad, sino que está entregado a su ceguera y no sabe
absolutamente nada de quien es Jesús.
No es lo mismo haber tenido alguna vez la visión y perderla, a no haberla
nunca tenido, como es este caso.- Pueden existir personas que alguna
vez han escuchado quien es Jesús, mientras que existen otras que
jamás han sabido quien es Jesús. Pero lo maravilloso de este pasaje
es que Jesús ve al ciego y se detiene. Y así es Dios con nosotros. A él
no le importa que no sepamos absolutamente nada de él. Él se acerca a
nosotros con el propósito de darse a conocer. La iniciativa partió de
Jesús y no del ciego.
Según varios comentaristas, un ciego de nacimiento es aquel que nace
sin los globos oculares. Es decir, con las cuencas totalmente vacías. Es
una malformación congénita. Para la época en que esta historia es
narrada, se tenía entendido que las enfermedades, y especialmente las
congénitas estaban relacionadas con el pecado, y de allí la pregunta
de sus discípulos en el verso 2, pero la respuesta de Jesús fue tajante:
Este defecto congénito no tiene ninguna relación con el pecado, sino que
él nació así para que ustedes vean quien soy yo. Es decir, para que la
obra creativa que voy a realizar les demuestre que yo soy Dios. Y añadió:
Mientras tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo (Verso5).

2. LA CURACIÒN DE LA CEGUERA. 9:6-7

A. Era por medio de la fe.
1) Cristo hizo lodo y untó sus ojos con el lodo.
2) Después dijo, ve y lávate en el estanque de Siloé.
3) El hombre tuvo fe.

3. LA OBEDIENCIA CON UN POCO DE CREENCIA TRAE SANIDAD.

y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es,
Enviado), V 7
Este mandamiento era una prueba de su fe; es decir, Jesús pensaba
sanarle, pero nombró este requisito o condición. Si no hubiera ido para
lavarse en el estanque de Siloé, no habría recibido la vista.
Quizá el pudo decir Sáname primero y después, en algún momento
oportuno, iré a lavarme en el estanque para demostrar mi fe en ti». Si
hubiera hablado de esa manera, habría muerto tan ciego como nació.
Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. — ¡Solamente los ciegos
saben apreciar la vista! Ahora, no solamente podía ver, sino que también
podía trabajar para ganarse la vida y ser independiente.
Para ser bendecido por Cristo, es necesario obedecerle. El ciego
sabía que el que le hablaba era Jesús (9:11); esto indica que ya había oído
de El (Rom. 10:17). Ahora le obedece: va a Siloé y se lava, como Jesús le
mandó.

4. DESPUES DEL MILAGRO SE TESTIFICA DE JESUCRISTO.

9:8, 9 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era
ciego (mendigo, LBLA), decían: ¿No es éste el que se sentaba y
mendigaba? (así lo recordaron) Unos decían: El es y otros: A él se
parece. — Los vecinos estaban confusos por causa de lo «imposible» que
resulta comprobar que alguien habiendo nacido ciego pudiera ver, como
también por el gran cambio de su aspecto.
El decía: Yo soy. — De esa manera él mismo puso fin al debate. ¡El que
había nacido ciego era un monumento viviente al poder sanador de
Jesucristo!
9:10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? — Era pregunta
importante, porque le dio al hombre sanado la oportunidad de
testificar a favor de Cristo. (Compárese 1 Ped. 3:15).
9:11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo
lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me
lavé, y recibí la vista. — ¡He aquí el sencillo testimonio del hombre que
nació ciego! (1) Fui, (2) me lavé; (3) recibí la vista. ¿Recibió su vista
antes o después de lavarse?
5. NO HAY REPOSO PARA LA SALVACIÒN Y LIBERACION.
9:14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le
había abierto los ojos. — Este detalle es importantísimo. El sanar en el
día de reposo era una de las cosas principales que llevaron a Jesús
al Calvario. Cristo vino al mundo para morir por nosotros
6. LOS CIEGOS ESPIRITUALES.
9:17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te
abrió los ojos? — Ya le habían preguntado (9:15), pero no estaban de
acuerdo y vuelven a preguntarle, algunos buscando más evidencia para
probar que Jesús no venía de Dios, pues en esos momentos «no creían
que el había sido ciego, y que había recibido la vista» (9:18), y los otros
esperando aprender algo más que les ayudara a entender cómo Jesús
podía sanar y al mismo tiempo violar el día de reposo. Por eso, vuelven
a hacerle preguntas, pero el resultado fue que solamente hacían más
notorio el milagro.
— Y él dijo: Que es profeta. — Al decir esto demostró su valentía,
porque algunos de los judíos no querían oír que Jesús era un profeta,
pues para ellos era un pecador.
9:27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; —
Es obvio que al ver la debilidad de sus atormentadores él cobraba ánimo,
y su modo de hablar con ellos era cada vez más directo.
¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros aceros
sus discípulos? — Esta palabra era insultante y cortante; era pura
ironía, pues sabía que no preguntaron para saber la verdad. El juzgado
llegó a ser el juez; ahora no ellos sino él preguntaba.
CONCLUSIÒN
9:35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, — Jesús no
estaba presente cuando el hombre discutía con los judíos; por su propia
cuenta defendía a Cristo. Sin duda conocía la voz de Jesús, aunque esta
haya sido la primera vez que lo veía.
Jesús siempre será el Mejor Amigo de los que con denuedo le confiesan.
Los hallará en los momentos cuando son despreciados y rechazados por
su Nombre.
le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? — Jesús ya le había dado la vista
física, pero ahora le quiere dar la vista espiritual.
9:36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? —
Buscaba la Luz del mundo con toda humildad y sinceridad. Ya tenía
mucha confianza en Jesús y, por eso, le era fácil creer en El como el Hijo
de Dios.
9:37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. —
De esta manera tan directa Jesús se reveló a sí mismo solamente a este
hombre y a la mujer samaritana (4:26).
9:38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. Y tu ¿que dirás ahora.?

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