Efesios 6:10-18
Efe 6:11 Protéjanse con la armadura que Dios les ha dado, y así podrán resistir los ataques del diablo.
Efe 6:12 Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual.
INTRODUCCIÓN:
Estrategias militares de las naciones plan de defensa y ataque para ganar.
En el terreno espiritual las tácticas son diferentes. Hay batalla si pero no contra carne ni sangre. Efe. 6:2.
La única forma de pelear es dependiendo totalmente de Él.
«¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE LA GUERRA ESPIRITUAL?»
Respuesta: Hay dos errores básicos cuando se habla de guerra espiritual: hacer un énfasis excesivo y subestimarla.
LA CLAVE: EL BALANCE BIBLICO = Librar tus batallas contra el pecado en uno mismo y = otro contra el maligno. (Romanos 6)
Jesús algunas veces sano a la gente sin mencionar al maligno.
Pablo exhorta a Timoteo: «Pelea la buena batalla de la fe» (1 Ti. 6:12). En el versículo anterior el apóstol manda seguir «la justicia, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre»; de modo que el contexto de su exhortación es la lucha contra el pecado.
En 2 Timoteo 4:7 Pablo declara: «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe». Aquí él afirma «ya estoy listo para ser sacrificado». El contexto en este caso es la lucha por mantenerse en el ministerio.
En 1 Corintios 9:26, 27 igual Pablo escribe: «de esta manera peleo… golpeo mi cuerpo.
EL MUNDO LA CARNE Y EL DIABLO.
Tradicionalmente esa es nuestra lucha. pero ¿qué significa luchar contra el mundo y la carne?1Jn 2:16Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. Y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos, y el orgullo de poseer muchas riquezas. TLA.
La influencia de la carne comer, beber, reproducirse, ser el mejor etc. impide que el creyente siga su deseo renovado de cumplir con la ley de Dios.
El mundo con sus insinuaciones y amenazas apela precisamente a estos instintos corporales a fin de hacernos carnales.
El primer paso en la guerra espiritual debe ser aislar la carne de estas insinuaciones y amenazas mundanas. Por eso que la lucha contra el mundo debe venir primero.
2do. Paso. Llenar la mente de pensamientos edificantes. Filip. 4:8
3er. Paso. Evitar juntarse con personas divisionistas contaminantes. Rom. 16:17-18. 1 Corintios. 15:33. Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
4to. Paso. Prioridades claras, que se formen un habito en nuestra vida. Mateo 6:33.
Las medidas que sirven contra el mundo no valen contra la carne. A la carne tenemos que crucificarla. PERO ¿CÓMO? Juan 12:32-33 Muriendo, Jesús no murió solo ante el padre toda la vieja humanidad fue crucificada con el. 2. Corintios 5:14-15.
LA LUCHA CONTRA EL DIABLO Y SUS DEMONIOS.
Nuestro Señor Jesús «fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo» (Mt. 4:1). No se dice que fue llevado para atacar al diablo, El resistió a satanás y venció con la palabra.
El Señor dio autoridad a sus doce discípulos para echar fuera demonios (Mt. 10:1). No leemos, ni antes o después de la muerte del Señor, que ellos buscaron a los demonios a fin de atacarlos.
El propósito de la lucha es «resistir en el día malo y habiendo acabado todo, estar firmes» (versículo 13). Creo, entonces, que nos toca resistir al diablo.
Ninguno de los casos de exorcismo que se mencionan en el Nuevo Testamento tuvo lugar en la iglesia. El echar fuera a los demonios era parte de la obra evangelistica.
1 Jn. 5:18 el apóstol amado escribe: «sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda y el maligno no le toca».
COMO TRABAJA SATANAS. Como no puede tocarnos, usas otras maneras. Ejemplos.
En estos casos el diablo se nos presenta como un ángel de luz con el objeto de confundirnos.
Contra tales ataques el creyente dispone de MUCHAS defensas:
LA ARMADURA DEL CREYENTE.
Efesios 6:13-18Este pasaje nos enseña algunas verdades cruciales:
(1) Sólo podemos estar fuertes en el poder del Señor.
(2) Es la armadura de Dios la que nos protege.
(3) Nuestra batalla es contra fuerzas espirituales de maldad en el mundo.
Efesios 6:13-18 nos da una descripción de la armadura espiritual que Dios nos da. Debemos estar firmes con (a) el cinturón de la verdad, (b) la coraza de justicia (c) el Evangelio de la paz, (d) el escudo de la fe, (e) el yelmo de la salvación, (f) la espada del Espíritu, y (g) orando en el Espíritu.
¿Qué es lo que estas piezas de la armadura espiritual representan para nosotros en la guerra espiritual?
Debemos conocer la verdad, creerla y declararla.
Debemos descansar en el hecho de que somos declarados justos por el sacrificio que Cristo hizo por nosotros.
Debemos proclamar el Evangelio, sin importar cuánta resistencia recibamos.
No debemos vacilar en nuestra fe, confiando en las promesas de Dios no importa cuán fuertemente nos ataquen.
Nuestra máxima defensa es la seguridad que tenemos de nuestra salvación, una garantía que ninguna fuerza espiritual puede quitar.
Nuestra arma ofensiva es la Palabra de Dios, no nuestras propias opiniones y sentimientos. Y debemos orar en el poder y la voluntad del Espíritu Santo.
CONCLUSIONES
Jesús es nuestro mejor ejemplo para resistir la tentación en la guerra espiritual. Observa cómo Jesús manejó los ataques directos de Satanás cuando fue tentado en el desierto (Mateo 4:1 – 11). Cada tentación se combatió con las palabras «Escrito está». La Palabra del Dios vivo es el arma más poderosa contra las tentaciones del diablo. «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti» (Salmo 119:11).
Una palabra de precaución concerniente a la guerra espiritual sería lo apropiado. El nombre de Jesús no es un encantamiento mágico que hace que los demonios huyan de delante de nosotros. Los siete hijos de Esceva son un ejemplo de lo que puede suceder cuando la gente presume de una autoridad que no se les ha dado (Hechos 19:13 – 16). Incluso el Arcángel Miguel no reprendió a Satanás en su propio poder, sino que dijo: «¡El Señor te reprenda!» (Judas 1:9). Cuando empezamos a hablar con el diablo, corremos el riesgo de ser llevados por mal camino como lo fue Eva (Génesis 3:1–7). Nuestro enfoque debe estar en Dios, no en los demonios; hablamos con Él, no con ellos.
En resumen, ¿cuáles son las claves para el éxito en la guerra espiritual?
Confiamos en el poder de Dios, no en el nuestro.
Nos ponemos toda la armadura de Dios.
Nos basamos en el poder de la Escritura — la Palabra de Dios es la espada del Espíritu.
Oramos en perseverancia y santidad, haciendo nuestra petición a Dios.
Nos mantenemos firmes (Efesios 6:13–14);
nos sometemos a Dios; resistimos la obra del diablo (Santiago 4:7), sabiendo que el Señor de los ejércitos es nuestro protector.
«Él solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho»(Salmo 62:2).
AMEN.